dimarts, 7 d’abril del 2015

La letra pintada


Hoy les propongo una exposición basada en libros de artista, un objeto fascinante, cuya lectura visual y táctil introduce al espectador en un juego participativo. Como escribe Pilar Cerdà: La meva intenció ha estat crear un llibre – poema amb capacitat d’actuar sobre el sistema de pensaments, valors, sensacions, sentiments… Y de eso se trata, porque el libro de artista es un medio de expresión interdisciplinario que ofrece infinitas posibilidades combinatorias. Así lo muestra la colectiva, ocho artistas: Frederic Amat, Pilar Cerdà, Hanne Darboven, Francesc Florit Nin, Mònica Fuster, Teresa Matas, Jaume Orejuela y Jaume Plensa, que nos evocan la idea de obra abierta, porque es en el entorno de este mismo concepto que se transforma en experiencia artística. Contemplar un libro de artista invita a reflexionar sobre la secuencia espacio-tiempo, una sucesión de lapsos percibidos a la vez, como momentos distintos.
Saber cómo mirar una obra de arte con un ojo artístico y sabe cómo extraer las emociones es todavía, paradójicamente, un reto, especialmente cuando hablamos de arte contemporáneo. No hay ninguna necesidad de devolver al arte su carácter reflexivo y elitista. El arte entra a menudo a través de la piel, puede ser insólito, pero esto no debe tomar distancia respecto a su eminente poética. Esta posibilidad de cambiar de las cosas de orden, aparentemente inmóviles y cerradas, es el nexo de este proyecto, que revela que el desequilibrio es precisamente en el hecho de pensar que todo está bajo control.
La propuesta de Mònica Fuster está sujeta a una dimensión temporal más extensa en el tiempo, pero también enseña un objeto inanimado como algo vivo y evoca la magia de la no permanencia. Un proyecto que pone el acento en la idea de que arte ha perdido su capacidad de representante y referencia para revelarse como un hecho o un estado de cosas. Creo que este trabajo en proceso también está equipado con esta libertad. En este hecho que vinculamos la materialidad, entendida como materia, el tiempo se las arregla para extraer las más triviales y banales peculiaridades, la máxima plasticidad. También se adapta perfectamente a la modernidad artística que nos ha tocado vivir, pero puede continuar fascinante para la creación automática de los sistemas naturales y los procesos ajenos a la mano del hombre.

Llibres d’artista
Lluc Fuxà Projectes d’Art
Can Ribera, 4 (Palma)

Hasta el 1 de mayo

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada